El enorme consumo que se hace diariamente del plástico está a la orden del día. Por ello, está en nuestras manos reducirlo con pequeños gestos. Así que ¡olvídate de tener que ir al supermercado a por agua embotellada y atento a las alternativas que te contamos!
Indice:
Problemática del consumo de agua embotellada
Como ya hemos introducido, la contaminación por plásticos en el medioambiente no para de crecer, por tanto hay que reducir en la mayor medida de lo posible el uso de residuos no biodegradables. Y como os podréis imaginar, uno de los mayores problemas de consumir agua embotellada es el enorme malgasto que se hace del plástico, ya que diariamente se beben varios litros de agua por persona.
Además, no solo el consumo de botellas de plástico es el problema. Sino que cada vez que necesitemos agua en casa, tendremos que ir al supermercado a por botellas de agua. ¿Qué genera esto? Perder tiempo, mucho dinero y la necesidad de tener que transportar el peso hasta casa y ocupar espacio almacenándola. ¿Y qué ocurre si un día no puedes ir al supermercado y no te quedan provisiones? ¿No bebes agua?
Por todas estas razones hay que valorar el dejar de comprar agua embotellada y buscar otras alternativas.
Ventajas del agua corriente
- El agua del grifo en la mayoría de territorios de España es muy buena. Proviene de ríos y es sometida a depuradoras y potabilizadoras para que sea potable. Si bien es cierto, que no en todas provincias tiene el mismo sabor.
- Con el agua del grifo no generarás residuos de plástico dañinos para el medioambiente.
- Ahorrarás mucho dinero. El agua embotellada es cara para lo que es, y más teniendo agua de calidad en el grifo por un precio muchísimo menor.
- Aunque no lo creas, el agua corriente es más sana que la embotellada, ya que esta última está demasiado tratada para conseguir «el sabor» de cada marca y los plásticos donde se almacenan pueden liberar sustancias dañinas.
En resumen, el agua del grifo es mucho más sostenible, más accesible y más económica.
Alternativas al agua embotellada
EL AGUA CORRIENTE
Agua del grifo
En el caso de que en tu provincia de residencia el agua del grifo sea potable y sea de calidad, no dudes en beberla de ahí. Como ya hemos visto antes, el agua corriente es mucho más sana que el agua embotellada. Además, ahorrarás dinero, no consumirás plástico y es muchísimo más cómodo.
Agua de fuentes y manantiales
Ocurre también en algunos casos, sobre todo en pueblos, que el agua de la casa o chalet está mala o no es potable, pero sí que lo es el agua corriente de fuentes o manantiales del pueblo o lugares cercanos. Si tienes alguno cerca, tan solo tendrás que ir con garrafas a llenarlas.
Y aunque las botellas que uses para rellenar sean de plástico, las vas a poder guardar y volver a utilizar las veces que necesites, por tanto el consumo de plástico no será comparable.
Eso sí, esta alternativa requiere invertir más tiempo ya que hay que ir a buscarla, transportarla y almacenarla, ahora bien, no gastarás dinero.
SISTEMAS CON FILTROS
En el caso de que tu agua del grifo no sea de calidad y no tengas manantiales cerca, tendrás que optar por una de las siguientes alternativas.
Filtros para el grifo
Es una de las alternativas más cómodas y comunes. Simplemente hay que encontrar un filtro que se adapte a nuestro grifo y colocarlo en la boquilla del mismo. En el momento en que corra el agua, ésta circulará a través del filtro y en pocos segundos el agua estará lista para su consumo, neutralizando el sabor del agua corriente.
Esta alternativa no es del todo estética en la cocina, pero frente a ello gana la comodidad.

Filtros de carbón activo
Esta alternativa está mucho menos generalizada, pero también es efectiva y muy sencilla de usar. Simplemente hay que meter el agua a una botella de cristal y se introduce también el carbón activo. Se deja actuar sobre unas 6 horas aproximadamente y en este tiempo lo que hace es filtrar el agua, mineralizarla, reducir el nivel del cloro, equilibrar el pH y mejorar el sabor.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que el agua filtrada por este método cambia el sabor. Hay a personas que les encanta y otras que no, tan solo hay que probar.
La única desventaja de este método es el mantenimiento de los filtros, que hay que hervirlos cada mes aproximadamente, dependiendo de su uso. Además, su vida útil es de unos 3 meses, transcurrido el cual hay que reciclarlo y comprar uno nuevo.

Jarras filtradoras
Esta alternativa, a diferencia de la anterior, es muy común en todos los hogares españoles.
Simplemente se almacena el agua del grifo en la jarra y ella misma filtra el agua para eliminar cloro y otros componentes. Tras ello, el agua se sirve directamente de la misma jarra. Además, los filtros que incorporan son desechables y reciclables y además duran bastante tiempo.
Por todo ello, es una alternativa bastante interesante, fácil, económica y respetuosa con el medio ambiente.

SISTEMAS MÁS COMPLEJOS
Sistema de osmosis inversa
Sin lugar a dudas, es uno de los mejores sistemas de filtrado del agua. Se trata de sistemas bastante compactos que se instalan debajo del fregadero y suministran el agua a través de un grifo propio. El agua pasará por varios filtros y por una membrana que separará el agua pura de la que contiene residuos. El agua contaminada la eliminará por el desagüe, y el agua pura es la que obtendrás por el grifo.
El mantenimiento se hace cada varios años, sin embargo, la instalación inicial requiere de cierta inversión.

Descalcificadores domésticos
Como última alternativa, los descalcificadores domésticos. No son una alternativa accesible para todo el mundo, ya que su precio es elevado y además requieren de instalación junto a la toma de agua de la casa.
Estos descalcificadores lo que hacen es eliminar la cal que contiene el agua, sin embargo, por sí solo, no es el mejor sistema ya que también se necesitarán otros filtros para modificar el sabor, por ejemplo.
En cambio, si que son interesantes como complemento, ya que impiden que la cal se incruste en las calderas, los electrodomésticos, etc. Por tanto, esta alternativa puede ser interesante de valorar para nuevas construcciones.

Como habréis podido comprobar a lo largo del post, las alternativas al agua embotellada son muchas. Tan solo hay que escoger la que os resulte más cómoda, siempre con el fin de reducir el consumo de plásticos que tanto está ahogando al planeta.
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